
Nomofobia: abreviatura de la expresión inglesa "no - mobile - phone - phobia" que significa miedo a estar sin el teléfono móvil.
¿Pasas muchas horas con tu smartphone en la mano? ¿Dejas de hacer otras cosas por estar utilizándolo? ¿Sientes la constante necesidad de revisar si te ha llegado un mensaje, un whatsapp o cualquier notificación? ¿Eres incapaz de salir de casa sin tu móvil? ¿Lo llevas contigo al baño o a donde sea que vayas?
Tal vez no lo sepas, pero si has contestado SÍ a la mayoría de estas preguntas, es posible que sufras lo que se conoce como adicción o dependencia al teléfono móvil.
El primer signo de alarma nos lo da el tiempo dedicado al móvil, tiempo que normalmente se descuenta de otras actividades como el ocio, el descanso, el trabajo, los estudios y las obligaciones de la vida diaria, entre otras.
Si tienes hijos adolescentes es probable que asocies las preguntas anteriores a su comportamiento con el móvil, y es que nuestros jóvenes disponen de teléfono móvil propio cada vez a edades más tempranas, de hecho las encuestas indican que casi un 70% de los jóvenes de entre 10 y 15 años tiene teléfono móvil propio. Pensemos en las consecuencias que puede tener el uso excesivo del móvil a estas edades, desde la falta de contactos sociales directos (salir con amigos a dar una vuelta, ir al cine,...) hasta el absentismo escolar.
Las personas adictas al móvil, según diferentes estudios, presentan ciertas características de personalidad comunes:
Baja autoestima, necesidad de aprobación.
Extraversión.
Déficit de habilidades sociales y resolución de conflictos.
Problemas con la aceptación del propio cuerpo.
¿Qué consecuencias tiene la nomofobia?
Cabe destacar las siguientes:
Gasto excesivo de dinero en concepto de teléfono móvil.
Aislamiento del grupo social y/o familiar.
Falta de hora de sueño y de descanso.
Problemas con el lenguaje, faltas de ortografía.
Falta de habilidades sociales.
Absentismo o fracaso escolar.
Problemas laborales.
Comportamientos agresivos.
Inseguridad y falta de autoestima.
Problemas de ansiedad.
Comprobamos cómo esta adicción tiene graves consecuencias a nivel social, personal y económico. Hay que saber que, la nomofobia, incluida dentro de las adicciones sin sustancia, puede tratarse igual que cualquier otra adicción. El primer paso es buscar ayuda.