Disfrutar es el máximo objetivo del sexo, de modo que, si hablamos de mujeres con vulva y vagina, para alcanzar ese disfrute habrá que dar un papel protagonista a ese órgano exclusivo de nosotras cuya única función es proporcionar placer sexual: el clítoris.
El clítoris, con sus aproximadamente ocho mil terminaciones nerviosas, es un órgano altamente sensible a la estimulación, por lo que para sacarle provecho habrá que saber bien cómo tocarlo y estimularlo. Para ello, pueden utilizarse las manos, la boca, la lengua, los dedos, juguetes sexuales y todo aquello que se nos ocurra en nuestro imaginario erótico. Es más, realizar otro tipo de prácticas como el coito o el sexo anal no tiene por qué excluir al clítoris del juego y disfrute sexual, prácticas en las que parece que queda en un segundo plano (como mínimo) y pierde protagonismo. De hecho, cuando una mujer llega al orgasmo, en una gran mayoría de las ocasiones ese orgasmo tiene que ver con la estimulación del clítoris de forma tanto directa como indirecta.
La mejor forma de estimular el clítoris será aquella que a la mujer le proporcione placer y lo disfrute plenamente, lejos de sentir molestia alguna. Para conocer la forma óptima la mejor fórmula será la autoestimulación, el acariciarse y estimularse una misma para conocerse mejor y conocer de qué forma y en qué momento le proporciona placer esa estimulación clitoriana. Así, cuando esté teniendo sexo en pareja, podrá guiar a la otra persona para disfrutar más y mejor. Porque, ¡ojo!, si no es el momento o no hay la excitación adecuada, la estimulación del clítoris puede resultar molesta o incluso dolorosa.
Si en la relación sexual en pareja una mujer se olvida del clítoris es difícil que disfrute plenamente e incluso que llegue al orgasmo si ese es su deseo. En las relaciones sexuales individuales con una misma ocurre exactamente igual.
Entonces, ¿Cuáles son las mejores formas de estimular el clítoris?
Las mejores formas de estimular el clítoris:
Con la masturbación buscando disfrutar con los distintos movimientos, roces y fricciones, movimientos circulares, arriba y abajo o acariciando también el resto de la vulva, por ejemplo.
Con el sexo oral buscando la técnica oral más satisfactoria. Por ejemplo, pueden realizarse prácticas como el humming, técnica que consiste en emitir vibraciones en los genitales a través de sonidos guturales realizados con la garganta.
Estimulando directamente el clítoris mientras se realizan otras prácticas como sexo vaginal o anal.
Con la fricción con objetos como la almohada o con el roce de los propios pantalones vaqueros.
Con la juguetería erótica dirigida exclusiva o casi exclusivamente a este órgano: estimuladores, succionadores, lenguas y vibradores para el clítoris.
Utilizando cosmética erótica como lubricantes y geles estimulantes.
Una pregunta que también hacéis con respecto a este tema es acerca de las posturas sexuales más adecuadas para estimular el clítoris. Aquí tendríamos que diferenciar entre estimulación manual, con algún juguete y con la propia fricción.
Las mejores posturas sexuales para estimular el clítoris:
Con la propia fricción:
En este caso habrá que buscar posturas que favorezcan la fricción del clítoris o, lo que es lo mismo, el roce o contacto del clítoris en el piel con piel. Serían aquellas posturas donde la mujer está encima porque tiene más control sobre la presión de su cuerpo, los movimientos y los ritmos. Ejemplos serían la postura de la amazona o la vaquera (el hombre se tumba boca arriba con las piernas dobladas o estiradas y la mujer se sienta encima del hombre con las piernas dobladas y la espalda erguida), la vaquera invertida (en esta postura el hombre está tumbado boca arriba y la mujer se sienta encima de él dándole la espalda inclinándose y apoyando sus manos sobre las piernas de su pareja sexual) o la mujer acostada encima y sus variantes. En general será aquella postura que favorezca la fricción de arriba-abajo o circular. Podrían utilizarse también posturas donde su pareja sexual se pone encima y busca la fricción bien con movimientos de frotamiento o con movimientos de balanceo en la penetración en el caso de penetración vaginal. Si solo hay penetración vaginal con movimientos de entrada y salida es más difícil que se produzca esa estimulación del clítoris.
Con estimulación manual:
Cualquier postura en la cual sea accesible manualmente estimular el clítoris, tanto por la propia mujer como por su pareja sexual. Pueden incluirse las posturas comentadas anteriormente con la mujer sentada encima, de espaldas a su pareja sexual o con la práctica anal, entre otras.
Con estimulación con juguetes eróticos:
Las mismas posturas en la estimulación manual y con la propia fricción pero añadiendo algún juguete erótico con el cual se estimule el clítoris directamente. Podemos incluir también el uso de geles estimulantes del clítoris para poder estimularlo en cualquier postura o práctica.
Tener en cuenta esta información es útil para que cada mujer se anime a conocer sus gustos y preferencias sexuales si todavía no los conoce. Para cada persona la vivencia de su estimulación sexual será distinta y los gustos son diferentes también. En conocerse, experimentarse y disfrutarse está la clave siempre sin olvidar que aunque el clítoris sea nuestro órgano sexual por excelencia no podemos de darle el papel protagonista a nuestro órgano sexual más potente: el cerebro. Si a todo lo anterior se le añaden fantasías y estimulación mental la sensaciones placenteras pueden multiplicarse.
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