Cada semana recibo algún que otro correo electrónico, llamada telefónica o mensaje a través de redes sociales donde se evidencia que a día de hoy no está muy claro en qué consiste la terapia sexual.
"¿Pero vamos a tener sexo allí?", "¿Pero se hacen ejercicios de tocarse en consulta?", "¿Puedo masturbarme allí?", "¿Me vas a tocar tú?", "¿Puedo enseñarte el pene para que me digas si es pequeño?", "¿Tú me metes los dilatadores en la vagina?". Esto son solo algunos ejemplos de lo distorsionado que está el concepto de terapia sexual.
No. No me voy a acostar contigo. No se hacen ejercicios de tocarse en consulta. Ni te puedes masturbar en el despacho. Ni te voy a tocar. Tampoco me vas a enseñar tus genitales ni te voy a introducir dilatadores.
A veces, estos mensajes vienen de una base puramente machista e irrespetuosa, pero en otras ocasiones sí viene de un básico desconocimiento. Igual que a día de hoy se sigue pensando que los psicólogos leemos la mente, también se piensa que la sexología tiene que ver con tener sexo con la sexóloga.
Por esto, entre otras cosas, es necesaria la educación sexual. Para educar. Para enseñar.
En la consulta de terapia sexual se trabajan dificultades sexuales a nivel psicoemocional y sexológico sin realizar absolutamente ningún ejercicio de contacto físico en la consulta. Se hará una evaluación del motivo de consulta de la persona mediante una entrevista clínica y se propondrá el tratamiento más adecuado, utilizando las herramientas y técnicas oportunas para ello, utilizando como medio de intervención la palabra y la conversación.
Los ejercicios físicos cada paciente los realizará en la intimidad de su casa y, si es necesario, se realizará una exploración física y los ejercicios correspondientes con la ayuda de otros profesionales de la salud sexual, siempre con intenciones terapéuticas y no eróticas (ginecología, urología, fisioterapeuta de suelo pélvico).
A la consulta de sexología no se va a ligar ni a tener relaciones sexuales, se va a resolver bloqueos y dificultades en la salud sexual así como a enriquecer la sexualidad.
Podéis conocer más acerca de la terapia sexual, en qué consiste y en qué dificultades se interviene en este artículo .
Ahora que ya sabes lo que NO se hace en terapia sexual, si tienes alguna dificultad o algún asunto que resolver con tu vida íntima puedes reservar tu primera cita en nuestro despacho aquí.