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El Blog de Sonia García

Psicología y Sexología para tod@s

Mitos del sexo durante el embarazo


¿Puede una mujer embarazada tener relaciones sexuales? ¿Si tiene sexo se hará daño al feto? Estas son solo dos ejemplos de las muchas las dudas que rodean al tema de la sexualidad de la mujer durante el embarazo.


La verdad es que una mujer embarazada es una mujer sexualmente activa y puede tener relaciones sexuales a no ser que por recomendación médica necesite reposo absoluto, incluyendo esto reposo en su vida sexual. Aún así, son muchos los mitos e ideas erróneas acerca del sexo durante del embarazo que a día de hoy condiciona bastante la vida sexual de las parejas que esperan un bebé. La presencia de este tipo de pensamientos distorsionados pone una vez más de manifiesto otro asunto importante: la genitalización de la sexualidad. Es decir, asumir que las relaciones sexuales tienen que incluir sí o sí penetración de forma que si no hay penetración no se considera sexo. Sabemos que esto no es así. Cualquier tipo de contacto erótico intencionado y consentido es sexo, independientemente de la práctica. Dicho esto, ¿qué daño le haría al feto que la pareja se acaricie, se bese apasionadamente o se achuche en el sofá? Ya te lo digo yo: ninguno. En un embarazo de riesgo si nos centramos solo en el contacto genital o en el coito está claro que la vida sexual de la pareja se va a ver afectada porque no ve más allá de la genitalidad. Para que educaros mejor en materia de sexualidad os recomiendo mi libro Los enemigos del sexo, Editorial Letrame.


Mientras, volviendo al asunto que interesa principalmente en este artículo que es el sexo durante el embarazo, voy a exponer los mitos más arraigados sobre el tema y que a día de hoy me encuentro en consulta y su explicación real:

  • “Vamos a hacer daño al bebé”.

- No, no hay posibilidad de hacer daño al bebé. Más allá de la explicación dada anteriormente de que el sexo va mucho más allá de la penetración, hay que saber que durante el coito el pene nunca llega a tocar al bebé, pues les separan el cuello del útero, la bolsa, el líquido amniótico. El pene se introduce en la vagina y el bebé está en el útero. Llámese pene, dedos o dildo.


- Si hay un embarazo de riesgo con recomendación médica de reposo el médico informará del inconveniente o no de tener sexo con penetración, y si el médico no informa siempre se le podrá preguntar.


  • “Las embarazadas no tienen apetito sexual”.

- El deseo sexual no tiene por qué descender durante el embarazo. Depende de cada mujer y de su situación específica, exactamente igual que en una mujer no embarazada.


- Sí hay que tener en cuenta el efecto de los cambios en los niveles hormonales. El embarazo puede suponer una especie de “bombardeo hormonal” y puede afectar al apetito sexual de la misma forma que puede afectar a otros aspectos como por ejemplo a la percepción de los olores o a los cambios emocionales por mencionar algunos.


- Hay que tener en cuenta también que el apetito sexual sí puede variar según el trimestre del embarazo más allá de los cambios hormonales debido a las diferencias de sensaciones experimentadas entre los trimestres. Por ejemplo, si en el primer trimestre hay náuseas es probable que el deseo se reduzca, así como en el último trimestre el tamaño de la barriga puede hacer que a la mujer le cueste más pensar en sexo en cuanto a penetración.

  • “No es recomendable el sexo anal durante el embarazo”.

- Salvo indicación médica no supone ningún problema.


- Hay que tener un especial cuidado con hemorroides.


- Evitar siempre pasar de la penetración anal a la vaginal por las posibles infecciones que pueda ocasionar. Este punto es exactamente igual que para mujeres no embarazadas. Utilizar preservativo y cambiarlo por otro nuevo cada vez que vaya a cambiarse de orificio durante ese encuentro sexual es la clave.

  • “El sexo puede desencadenar el parto, un aborto o un parto prematuro”.

- Practicar sexo durante las primeras etapas del embarazo no conlleva riesgo de pérdida salvo indicación médica.


- Los abortos espontáneos tempranos se relacionan con complicaciones o alteraciones cromosómicas, no porque se haya tenido relaciones sexuales con penetración vaginal.


- Controversia sobre práctica de sexo en etapas finales del embarazo e inducción del parto, ya que a veces se recomienda que haya sexo para que los orgasmos de la mujer dicen puedan favorecer al parto. Esta controversia, entre otros asuntos, viene de:

- Los estudios nos dicen que durante el orgasmo se producen contracciones en las paredes del útero que nada tienen que ver con las contracciones del parto.

- El esperma contiene prostaglandina, sustancia usada habitualmente para inducir el parto, de forma que en ese caso sería el esperma y no el sexo en sí lo que podría favorecer la inducción del parto.

  • “El embarazo nos protege de infecciones de transmisión sexual”.

- El embarazo no protege de las ITS, por lo que sí, se puede contraer una ITS.


- El contagio puede afectar a la mujer y al bebé durante el embarazo o en el parto.


- La importancia del preservativo es primordial de la misma forma que lo es en mujeres no embarazadas.


Espero que te haya quedado más claro que el sexo y el embarazo no son incompatibles. Si conoces algún otra idea sobre el sexo durante el embarazo de dudosa certeza o tienes alguna duda sobre el tema, déjame un correo en sgarciab@cop.es.


Y, si el médico no te indica lo contrario, ¡EL SEXO DURANTE EL EMBARAZO TIENE UN MONTÓN DE BENEFICIOS!

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