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El Blog de Sonia García

Psicología y Sexología para tod@s

Cómo evitar que los niños digan palabrotas



El niño o la niña, en plena comida familiar, de pronto empieza a decir tacos. ¿Qué hacer para controlarlo? ¿Qué hacer para que no se repita? El modo de actuación dependerá de la edad del niño.

  • Hasta los 6-7 años:

Los niños aprenden por imitación y mantienen sus conductas por el valor reforzante que tengan para ellos, es decir, siguen haciendo una cosa o no según la consecuencia que tenga lo que hace.

Imaginemos: Nicolás tiene 4 años. Va con su padre en el coche y el padre dice en alto: "¡Coño, déjame pasar!". Llegan a casa, se ponen a comer y Nicolás le dice a su hermana: "¡Coño, deja mi pan!". A los padres les parece tan graciosa la situación, que se echan a reír. A partir de ese momento, Nicolás utiliza esa expresión cada vez que quiere algo porque ha visto que usar esa palabra provoca una reacción en los demás, atrae la atención de los adultos. Los padres unas veces se enfadan, otras le regañan, le castigan, se ríen,... y todo esto no hace otra cosa más que demostrarle al niño que decir eso sigue llamando su atención, es reforzante para el niño.

¿Qué hacer para que el niño (hasta 6-7 años) pare de decir palabrotas?

Justo lo contrario que se ha hecho hasta ahora, ignorar al niño cuando las dice. Esta técnica en psicología se llama extinción. Con ella el niño ve que a su conducta (decir la palabrota) no le sigue ninguna consecuencia y terminará por dejar de decirla. Al principio, al ver que no consigue nada (la atención del adulto), probablemente diga la palabrota más veces o a gritos al sentirse ignorado, hasta que ve que de nada sirve decirla y directamente deja de hacerlo.

  • A partir de los 7-8 hasta los 12-13 años:

A estas edades los niños descubren que cuando un adulto dice una palabrota, esa palabrota genera una reacción determinada y que los adultos utilizan los tacos para reírse, para demostrar que se han enfadado o también para protestar.

Un día, el niño dice una palabrota en casa y su madre o su padre le dicen "¡No vuelvas a decir palabrotas!". El niño aprende, como es mayor, que en casa delante de los adultos no tienen que decir tacos pero con los amigos es otra historia porque no están los adultos delante. Otro día, escuchan esos padres cómo el niño que está jugando en la habitación con un amigo dice un taco.

Para los niños mayores decir tacos delante de los amigos es muy reforzante porque los amigos se ríen, se asombran, "¡Mira lo que a dicho!".

¿Qué hacer con el niño (7-13 años) para que deje de decir palabrotas?

Habrá que tener en cuenta que fuera del alcance del adulto el niño dirá palabrotas y que el límite habrá que ponerlo en casa: "En casa no se te va a permitir decir palabrotas". Será importante no regañarle cada vez que diga un taco porque al final regañar siempre es lo mismo (les suena todo a igual) y no sirve para nada.

Estrategias que pueden utilizarse:

- Premio. El niño quiere tomar chuches el domingo, pues bien, "Si esta semana dices menos de 10 palabrotas, vas a poder tomar las chuches el domingo". Cuando dicen una palabrota se apunta en una hoja que se colocará en la nevera, no se le regaña, sólo se apunta, y esto le sirve al niño de autocontrol "Ya llevo 6, no tengo que decir más si quiero las chuches".

- Castigo. Se utiliza la paga. Cada vez que diga una palabrota se le descuentan 10 o 15 céntimos de la paga, y además, si durante toda la semana no dice ninguna palabrota, se le dará un euro más, un euro extra. Esta estrategia también les sirve de autocontrol "Me quedo sin paga" o "Voy a tener un euro más".

- Inteligencia emocional. Si el niño utiliza los tacos para expresar el enfado, habrá que enseñarle que no hace falta decir palabrotas, que es suficiente decir "Estoy enfadado por..." para expresar el enfado y que los demás lo comprendamos.

*Nota para reflexionar: antes decía que los niños aprenden por imitación, con lo cual, si no queremos que los niños digan palabrotas, los adultos tampoco deberíamos decirlas delante de ellos.

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