Llega la hora de irse a dormir, te metes en la cama y eres incapaz de conciliar el sueño porque tu cabeza no para de pensar en un problema que tienes o en cosas que te preocupan. Por más que intentas dormir parece que se ha convertido en una misión imposible, y no sólo no duermes, sino que no descansas, te enfadas y te frustras. ¿Te suena esta situación?
A veces determinados problemas o preocupaciones ocupan mucho tiempo de nuestros pensamientos e incluso nos pueden llegar a impedir conciliar el sueño porque no somos capaces de “desconectar” nuestro cerebro ni a la hora de dormir.
El momento de dormir es una situación agradable y de descanso tanto físico como mental, y el hecho de no lograr ese descanso puede generar enfado por no poder conciliar el sueño, pero también frustración por querer dormir y no ser capaz porque no se deja de pensar. ¿Qué podemos hacer para manejar esta situación?
Claves para conciliar el sueño cuando las preocupaciones lo impiden:
Apuntar las preocupaciones. Cuando estamos tratando de dormir y no lo logramos porque no podemos parar de pensar en algo que nos preocupa, en las cosas que tenemos que hacer al día siguiente, o cualquier otro problema, levantarse de la cama y escribir a mano esas preocupaciones, ideas o lista de tareas es una actividad que nos permite plasmar sobre el papel todo lo que nos pasa por la cabeza, “sacarlo” en ese momento y saber que está ahí anotado para poder retomarlo y seguir pensando en ello en otro momento con la seguridad de que no se nos va a olvidar nada importante porque ya está anotado.
Levantarse de la cama. Si no se puede conciliar el sueño otra opción recomendable es levantarse directamente de la cama y marcharse a otro lugar de la casa donde haya poca luz y en ese momento llevar a cabo la recomendación del punto anterior de escribir los pensamientos.
No utilizar el teléfono móvil en la cama. La luz del teléfono móvil también nos impide conciliar el sueño. Por ello, si las preocupaciones nos impiden dormir, el hecho de coger y utilizar el móvil nos va a desvelar y va a favorecer que sigamos teniendo dificultades para conciliar el sueño.
Practicar técnicas de respiración. Realizar respiraciones profundas permitirá alcanzar una sensación de relajación que favorecerá que se deje de pensar y se concilie el sueño.
Hacer listas para distraerse. Esta tarea consiste en distraerse con lo que conocemos popularmente como “contar ovejas”, es decir, distraerse pensando en listas o series de cosas sin importancia que distraen nuestra mente de las preocupaciones y los problemas. De este modo nuestro pensamiento desconectará de esas preocupaciones y nos permitirá conciliar el sueño.
Estas son cinco recomendaciones que pueden seguirse cuando tenemos dificultades para dormir porque el pensar en las preocupaciones nos lo impide. Cuando ninguna de estas u otras estrategias funcionan y esta situación se mantiene de forma prolongada en el tiempo y está repercutiendo de manera significativa tanto a nivel físico como mental, es buen momento para buscar ayuda profesional. No podemos olvidar que dormir y descansar es fundamental para nosotros si queremos funcionar a pleno rendimiento tanto física como mentalmente.