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El Blog de Sonia García

Psicología y Sexología para tod@s

El orgasmo no es el fin



El título de este artículo es algo en lo que incido en cada una de mis terapias sexuales: el orgasmo no es el fin. Sí, es un asunto en el que siempre hay que profundizar y explicar de forma clara para que comprendamos en este mensaje en su máxima expresión.

Cuando hablamos de orgasmos técnicamente hablamos de una fase de la respuesta sexual humana que se describe como el punto máximo de excitación sexual donde se dan unas respuestas fisiológicas y psicológicas de descarga de la tensión sexual acumulada, pero en lenguaje de la calle podemos decir que suele definirse como el “momento de mayor gustito sexual”, “el clímax” o “el máximo placer”, entre otros. Y si hablamos de fin, podemos entenderlo de dos formas: el fin como objetivo o meta “El fin u objetivo que se persigue”, y el fin como finalización o cierre “El fin, cierre o acabado de algo”.

Por tanto, si juntamos en una misma frase orgasmo y fin, hay que entender este mensaje en sus dos vertientes.

En primer lugar tenemos que tener muy claro que el fin u objetivo que persigue el sexo no es alcanzar un orgasmo, sino pasárselo bien y divertirse, que sea algo lúdico y placentero, ese es su único fin: disfrutar y sentir. El orgasmo por tanto no puede ni debe ser el objetivo del sexo, ya que si es así nos olvidamos de disfrutar y dejarnos llevar en todo ese camino de gustito y placer que puede o no llevar al orgasmo. De hecho, el centrarse sólo en llegar al orgasmo puede derivar incluso en la situación contraria: no tener orgasmos porque estamos pendientes de otras cosas (el futuro orgasmo) que no son sentir y vivir el momento sexual actual. Otra cosa es que nos apetezca tener un orgasmo, en ese caso disfrutaremos del camino, y si nos apetece tener un orgasmo, nos estimularemos además de forma que fomentemos más conscientemente su aparición.

Por otro lado también tenemos que saber que el orgasmo no es el fin o el cierre del sexo, es decir, que cuando se alcanza el orgasmo no tiene por qué darse por finalizada sí o sí la relación sexual. Puede ser que no nos apetezca seguir después de un orgasmo, bien sea en solitario o en pareja, o puede ser que sí nos apetezca. Además, pensemos que si en una relación sexual en pareja, ambos quieren llegar al orgasmo y uno de ellos llega y otro no, si se da por terminada la relación sexual cuando ese uno ha tenido su orgasmo, la otra persona se queda “compuesta y sin orgasmo”, por lo que esa persona tiene su derecho a pedir su clímax. Esto se ha visto claramente, por ejemplo, cuando no se reconocía el derecho al disfrute sexual de la mujer, de forma que cuando un hombre llegaba al orgasmo y eyaculaba, la relación sexual terminaba, mientras que no importaba si ella había disfrutado o quería seguir disfrutando. También pensemos en una relación sexual en solitario o en pareja donde uno mismo o ambos han llegado al orgasmo y quieren seguir con la estimulación sexual, si se da por finalizada tras el primer orgasmo, se perderían todo lo demás.

Comprendamos entonces que el único fin y objetivo del sexo es disfrutar y pasarlo bien y que la relación sexual se termina cuando los protagonistas (uno mismo o en pareja) lo deciden. El orgasmo no es el fin de nada ni pone fin a nada, así que ¡a centrarse en disfrutar y nada más!.

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