¿Quién no ha sentido alguna vez que su pareja no le escucha o no le entiende? No es infrecuente escuchar eso de: "tenemos problemas de comunicación".
¿Qué ocurre cuando en una pareja existen problemas de comunicación? No sentirse escuchado por el otro, no escucharle, comunicarse discutiendo o a gritos, o no comunicarse directamente, suele generar un malestar en cada uno de los miembros de la pareja que se traduce en una relación menos satisfactoria y a menudo más conflictiva.
Generalmente tendemos a pensar que es la mujer quien más se queja de la poca o deficiente comunicación que existe en su pareja por el papel que socialmente se le ha otorgado de "necesito hablar y contarlo todo, necesito que me escuchen" frente al papel del hombre de "soy fuerte y mis cosas me las guardo para mí". Pero no. Ni todas las mujeres necesitamos hablar durante todas las horas del día que estamos despiertas, ni todos los hombres tienen una cremallera en la boca que les impide hablar y expresarse. ¡A todos nos gusta y necesitamos comunicarnos!
Sin comunicación, ¿sería posible entablar una relación de pareja? Con toda la seguridad la respuesta es no. Cuando se inicia una relación amorosa, la comunicación se cuida al 100%, desde el tono de voz y las palabras que utilizamos, hasta los gestos (la postura, las miradas o sonrisas cómplices,...). Si en este inicio la pareja detecta que "no se entienden" (no hay buena comunicación entre ellos) es muy posible que esa relación no prospere.
También es posible que una pareja que conecta bien desde el principio y disfruta de una buena comunicación, empice a sentir eso de "tenemos problemas de comunicación". Parece que no hablan el mismo idioma, que hay interferencias en la línea comunicativa.
¿Cómo es posible que una pareja que se comunicaba perfectamente al principio ahora no lo haga? ¿Por qué antes sabían comunicarse y ahora no? ¿Han perdido esa facultad?
Los recursos para comunicarse los mantienen, pero posiblemente esas dificultades se deban a que han entrado en juego lo que los psicólogos llamamos "errores de comunicación en pareja". Son los que se exponen a continuación:
- Visión de túnel: ver solo lo negativo y los errores del otro: "Todo lo haces mal", "No hay algo que te salga bien".
- Extremismo: hablar de forma exagerada, sacar conclusiones exageradas sobre el otro: "Eres la persona más inútil que he visto jamás", "No he conocido a nadie tan desconsiderado como tú".
- Absolutismo: todas aquellas frases que empiezan por "Tú debes...", "Tienes que...", "Es necesario que...": "Tú debes sacar la basura todas las noches", "Tienes que preguntarme todas las mañanas por cómo he dormido".
- Adivinación del pensamiento: el rey de los errores. Interpretar y adivinar el pensamiento del otro sin hechos objetivos: "Sé que pones esa cara porque no quieres venir a casa de mis padres".
- Etiquetación: estereotipar al otro: "Eres egoísta", "Eres un desastre".
- Tener razón: hablar sólo para obtener la razón sea como sea. Puede llevar a monólogos: "¿Ves como tengo razón? Te digo siempre lo mismo y no haces ni caso. ¿Te acuerdas de aquella vez que hiciste lo mismo? No te queda más remedio que reconocer que tengo razón".
- Recompensa divina: hacer cosas por el otro sin decirle nada, a pesar de que éste probablemente no se de cuenta: "Ya notará lo que estoy haciendo por él/ella y me lo recompensará de alguna forma".
Estos son los errores de comunicación más frecuentes que se encuentran cuando se trabaja con parejas que presentan problemas de comunicación u otro tipo de dificultades en las que ésta tiene un gran peso, pues resulta difícil encontrar una pareja con problemas en la que la comunicación no tenga un papel fundamental.
Por tanto, una pareja que goza de una buena comunicación cuenta con los recursos para solucionar sus conflictos y esto se traduce en un mayor bienestar en la relación.
Si te has sentido identificad@ con alguno de los puntos anteriores... ¡Ojo! Puede ser que estés cometiendo algún error a la hora de comunicarte con tu pareja.
¡UNA BUENA COMUNICACIÓN ES LA BASE DE UNA RELACIÓN DE PAREJA SÓLIDA!
¡CUÍDALA Y MÍMALA! ¡COMUNÍCATE! PERO... ¡COMUNÍCATE BIEN!