El insomnio es un trastorno que afecta a entre un 20 y un 40 por ciento de los adultos en algún momento de nuestra vida y consiste en la dificultad para iniciar o mantener el sueño. Puede estar causado por mucho estrés en el trabajo, cambios de horario de sueño, un cambio emocional muy grande o por un pensamiento que no se va de nuestra cabeza, en definitiva, su origen puede estar en cualquier cambio al que cuesta adaptarse o en cualquier preocupación. o preocupaciones.
Al dormir nuestro cuerpo recarga energías, reorganiza y ordena la información y los sucesos que hemos vivido ese día. Cuando no dormimos lo suficiente se ven afectados numerosos aspectos en el organismo. Por ejemplo, nuestro sistema inmune se debilita, perdemos capacidades relacionadas con atención y memoria, afecta a nuestro estado de ánimo volviéndonos más irritables y puede llegar a influir en la aparición de otros trastornos como la depresión y la ansiedad.
Para poder quedarnos dormidos se tienen que relajar nuestros músculos, se reducen también la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria y la actividad cerebral asimismo disminuye su “velocidad de funcionamiento”. De forma que lo importante para facilitar el sueño es que el cuerpo se relaje lo suficiente y se reduzca la cantidad de pensamientos que nos invaden sin control.
En este artículo, aprenderás un ejercicio de relajación que puede ayudarte a dormir en esas noches que parece que nunca se acaban: la visualización. Esta técnica se basa en la imaginación de una situación en calma detallada que nos traslada a un estado de tranquilidad y relajación.
El ejercicio de visualización se trata de una técnica de relajación en la que intervienen los cinco sentidos. Para ello, hay que imaginar o visualizar una escena relajante a través de la vista, el olfato, el tacto, el oído y el gusto.
Cada persona puede utilizar diferentes imágenes o situaciones para realizar este ejercicio, ya que cada uno tiene sus gustos, pero lo importante es imaginar de la forma más realista posible y con todo detalle la situación agradable.
Un ejemplo que podría ser útil es el siguiente: Cerrar los ojos e imaginarnos en una playa, escuchando el sonido de las olas rompiendo en la orilla, sintiendo el olor del agua salada mientras estamos tumbados en la toalla y sintiendo la arena y el sol acariciando nuestro cuerpo.
Mientras nos visualizamos con todo tipo de detalles en este tipo de situaciones de calma, es entonces cuando el cuerpo empieza a relajarse y entra en contacto con sensaciones positivas que alivian la tensión muscular y mental.
Además, si se combina esta técnica con ejercicios de respiración, la efectividad será mayor. Mientras se visualiza la imagen se puede coger aire por la nariz llenando primero el abdomen y luego los pulmones, aguantando unos segundos y soltándolo poco a poco por la boca también.
Desde luego es un hecho demostrado científicamente que dormir bien es necesario para nuestro bienestar y para nuestra calidad de vida, si tienes problemas para conciliar el sueño no dudes en pedir cita en nuestro despacho.
Este artículo ha sido redactado por María Roa,
alumna en prácticas del Grado de Psicología de la UCM
en el Despacho de Psicología Sonia García
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